“Yo soy yo” en todo el mundo no existe nadie exactamente igual a mí, todo lo que sale de mí es auténticamente mío porque yo sola/o lo elegí.
“Todo lo mío me pertenece”: mi cuerpo, mi mente, mis pensamientos, ideas, mis ojos, mis sentimientos cualquiera que sean, mi boca: todas las palabras que salen de ella, mi voz - fuerte o suave y todas mis acciones.
“Soy dueña/o de mis fantasías, mis sueños, mis temores.”
“Son míos mis triunfos y mis éxitos, todos mis fracasos y temores.”
Puesto que todo lo mío me pertenece puedo llegar a conocerme íntimamente. Al hacerlo puedo llegar a quererme y sentir amistad hacia mis partes.
Se que tengo aspectos que me desconciertan y otros que desconozco, pero mientras yo me estimo y me quiero puedo buscar con valor y optimismo soluciones para las incógnitas e ir descubriéndose cada vez más.
Como quiera que parezca y suene, diga y tenga lo que sea, piense y sienta en un momento dado, todo es parte de mi ser. Esto es real y representa el lugar que ocupo en ese momento del tiempo.
A la hora de un examen de conciencia respecto de lo que dicho y hecho, de lo que he pensado y sentido, algunas cosas parecerán inadecuadas, pero puedo descartar lo inapropiado, conservar lo bueno e inventar algo nuevo que suple a lo descartado.
“Puedo ver, oír, pensar, decir y hacer” Tengo los medios para sobrevivir, para acercarme a los demás, para ser productiva/o y para lograr darle sentido y orden al mundo de las personas y cosas que me rodean.
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