Un día uno de los hermanos se despertó durante la noche y pensó: “Mi hermano está casado y tiene hijos. A causa de esto tiene necesidades y gastos que yo no tengo.
Así que iré y pondré algunas bolsas mías en su bodega, lo cual es más que justo.
Haré esto al amparo de la noche, no sea que, a causa de su generosidad, no quisiera aceptarlo”.
Cambió las bolsas y regresó a la cama.
Pero después el otro hermano despertó y dijo: “ no es justo que yo tenga la mitad de todo el maíz de nuestra tierra. Mi hermano que es soltero, carece de los placeres de tener una familia y por lo tanto trataré de compensarlo pasando algo de mi maíz a su bodega”. Y así lo hizo.
A la mañana siguiente cada uno quedó sorprendido al ver que tenía el mismo número de bolsas en su bodega, y no pudieron comprender cómo, año tras año, el número de bolsas seguía siendo el mismo aún cuando, a escondidas, lo cambiaban.
ANÓNIMO
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